VOCES: El impacto del sesgo de edad en las democracias deliberativas

Tras más de 40 años desde que se introdujera el término por primera vez en 1980, los estudios sobre democracia deliberativa han aumentado significativamente en los últimos años y suscitan el interés entre varias disciplinas. A pesar de ello, el potencial teórico y la proyección sociopolítica, sociosanitaria y práctica de los estudios sobre democracia deliberativa es aún presa de la clase de debates con que quedaron asociados en el mundo anglosajón de la década de 1990.

VOCES es un proyecto que aspira a ser un ejemplo de investigación básica no orientada dirigida a la conceptualización y transferencia de conocimientos humanísticos en torno al efecto que tiene la tendencia demográfica del país sobre la viabilidad del modelo de democracia deliberativa. Nuestro objetivo es analizar el impacto que tiene la variable demográfica sobre el modelo de democracia deliberativa entendida como una práctica dialógica implicada en el proceso de formar una razón pública.

Con este fin nos proponemos explorar el impacto del sesgo de edad (age bias) en la traducción y materialización de los derechos de los segmentos de población más vulnerables al mismo, a saber, la infancia y la tercera edad. En este sentido, tenemos por objetivo principal arrojar evidencia acerca del déficit de participación en dos sentidos. Por un lado, el de la ciudadanía envejecida, como protagonista legítimo de procesos como los descritos en las experiencias deliberativas que se han llevado a cabo a nivel internacional en la última década para, a un tiempo, informar y motivar la toma de decisiones sobre asuntos de interés público. Por otro lado, el de la infancia, pues constituye un segmento de la ciudadanía especialmente vulnerable, dada su naturaleza en desarrollo y su carencia de voz en la esfera pública. Así, se tendrá en cuenta el alcance y limitaciones de las propuestas de creaciones de foros y parlamentos infantiles llevadas a cabo en los últimos años en el marco europeo como herramienta para paliar el impacto de ese sesgo de edad en la implementación de los derechos de estos ciudadanos. Entendemos que, para hacer avanzar los modelos de democracia deliberativa, se debe tener en cuenta la naturaleza relacional de nuestra identidad y la necesidad de reconocimiento. En este sentido, se torna necesario explorar el papel de aquellos elementos epistémicos que funcionan como facilitadores de daños, que perpetúan situaciones de ignorancia activa y que impiden la deliberación en los modelos teóricos mencionados.